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Por Luis Martínez Alcántara
Giang Pham, una joven de 33 años de Hanói, Vietnam, sufrió quemaduras severas en el rostro mientras realizaba una sesión fotográfica para Instagram durante la celebración de su cumpleaños. El incidente ocurrió cuando los globos de hidrógeno que sostenía entraron en contacto con las llamas de las velas del pastel, provocando una explosión que envolvió su rostro en llamas.
El impactante momento fue capturado en video y rápidamente se viralizó en las redes sociales. En las imágenes se observa a Giang sosteniendo globos y un pastel encendido, cuando de repente una explosión la envuelve en fuego. Desesperada, lanza un grito y se aleja mientras intenta apagar las llamas en su rostro. Posteriormente, imágenes muestran su cara vendada, evidenciando la gravedad de las lesiones sufridas.
Este lamentable suceso pone de manifiesto los peligros asociados con la búsqueda de la “foto perfecta” para las redes sociales. La presión por obtener imágenes impactantes ha llevado a muchos a asumir riesgos innecesarios, resultando en accidentes graves e incluso fatales. Según estudios, desde 2008 se han registrado 379 muertes relacionadas con selfies peligrosas, siendo las caídas desde alturas y los accidentes de tráfico las principales causas.
La comunidad en línea ha expresado su preocupación por la tendencia creciente de realizar actividades riesgosas para obtener más “me gusta” y seguidores. Expertos advierten sobre la necesidad de priorizar la seguridad personal sobre la popularidad en redes sociales. La búsqueda de validación en línea no debe poner en peligro la integridad física de las personas.
Es crucial que los usuarios de redes sociales tomen conciencia de los riesgos asociados con ciertas prácticas fotográficas. Antes de intentar recrear imágenes vistas en línea, es fundamental evaluar los posibles peligros y evitar situaciones que puedan comprometer la seguridad. La vida y el bienestar personal deben estar siempre por encima de la obtención de contenido para plataformas digitales.